Según Google, el 56% de los anuncios display difundidos nunca son vistos y hay 40 veces menos de posibilidades de que un usuario haga clic en un banner, lo cual signfica un CTR de 0,004%. Parece sin duda un panorama desolador para los anunciantes, lo cual ha propiciado que aparezcan nuevos formatos publicitarios más grandes, invasivos e intrusivos y, consecuentemente, al mismo tiempo ha provocado una situación aún mucho peor: el aluvión de usuarios europeos que se han sumado al fenómeno del ad blocking, concretamente la nada despreciable cifra del 35%.

Ante esta situación, el contenido de calidad cobra un gran protagonismo a la hora de atraer a los usuarios. Ahora que los hábitos de los consumidores han cambiado, los expertos en Marketing y Publicidad abogan por un modelo publicitario centrado en el usuario, aunque es importante aclarar que el marketing de contenidos no es publicidad como tal.

Teniendo todo esto en cuenta, hay que recordar que hay un 20% más de posibilidades de que den clic a un anuncio “pull” que a uno “push”, por lo que, en la necesidad del usuario es donde se erige el ya establecido y a la vez, aún emergente, marketing de contenidos ¿pero realmente tenemos claro este concepto y sabemos a ciencia cierta lo que lo es y lo que no lo es?

1. El marketing de contenidos no es lo que parece

El Marketing de contenidos ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una inversión necesaria. Se puede definir como una estrategia de Marketing dirigida a atraer clientes potenciales de forma orgánica. ¿Cómo? A través de contenidos de valor o relevantes que se transmiten en los canales y medios digitales en los que está la audiencia o público objetivo de la marca.

Por lo tanto, es muy posible que, si no dispones de mucha información sobre este tema, la concepción que puedas tener del marketing de contenidos sea en general la de un post en un blog o un artículo detallado en el que se desgranan las entrañas de un contenido mediante una infografía, un vídeo, un podcast u otros muchos formatos audiovisuales. Sin embargo, el Marketing de contenidos es mucho más complejo que eso, dado que el contenido, propiamente dicho, aporta valor al público objetivo de un producto o servicio que vendemos, tiene la finalidad de conseguir clientes y nace a raíz de los intereses de los usuarios por ese producto o servicio

2. Lo que sí y lo que no es marketing de contenidos

Al margen de difundir contenidos a través de vídeos, infografías, podcasts, posts o redes sociales, en el mundo del e-commerce es donde más se crea confusión a la hora de identificar el marketing de contenidos. Lo verás más claro con los ejemplos que vamos a ver en la siguiente clasificación.

2.1. Página de productos

A priori, podemos pensar que, al estar mostrando un determinado producto en la página web de una marca o empresa, no se está ofreciendo un contenido que aporte valor pero, siempre y cuando desarrollemos una información detallada del mismo y mostremos los beneficios o ventajas que puede generar la adquisición de un producto, nos encontramos ante un perfecto caso de marketing de contenidos.

página de productos
Ejemplo de página de productos como Marketing de Contenidos

2.2. Página de tarifas de telefonía

Aunque te pueda parecer un contenido demasiado comercial, si en la página web se establecen diferencias entre las tarifas de la propia marca y además, entre las de la competencia, estamos aportando un contenido de valor al visitante y por tanto, sí es marketing de contenidos

2.3. Redirigir a Google Play o App Store

Si el enlace a la tienda de aplicaciones de Google Play o App Store lleva una explicación detallada del contenido que va a aparecer en el mismo, también estamos aportando un valor añadido. Es claramente otro de los ejemplos de marketing de contenidos para e-commerce.

2.4. Ampliación de una nota de prensa

En una nota de prensa ofrecemos una explicación detallada de un evento, un hecho noticioso e incluso, un producto mediante un publirreportaje. Por lo tanto, ¿cumple las características básicas del content marketing? ¡Sí!

2.5. Un videojuego

Es entretenimiento, pero también es contenido y en él aparecen marcas de las cuales muchas patrocinan el propio videojuego.

Teniendo claro lo que realmente es marketing de contenidos en lo que a comercio electrónico se refiere, podría resultar más sencillo identificar el resto de casos, pero la línea que separa ambos bandos es muy fina y también puede seguir creando confusión. En este sentido, si lo es una página de productos como hemos visto, ¿lo será una selección de productos? Cuestionémonos lo siguiente: ¿Ofreces una comparación con otros productos? ¿Hay alguna explicación detallada de los mismos? ¿Das alguna información extra en la ficha de éstos? Si las respuestas a estas preguntas son negativas, entonces claramente no es marketing de contenidos, así como tampoco lo es una página de registro, por ejemplo.

3. Conclusión

La conclusión que podemos sacar es que el marketing de contenidos aporta un valor añadido al público objetivo de la marca pues es un contenido centrado en los intereses de usuario, por lo que cualquier formato en el que sea difundido es válido siempre y cuando se cumplan una serie de características tales como una descripción del producto, detalles del mismo, sus beneficios, comparación con la competencia, etc.

Con estos ejemplos de Marketing de Contenidos para e-commerce, ¿crees que puedes identificarlo con más facilidad? Si tienes algún otro ejemplo que aportar o quieres añadir algún comentario, ¡estaré encantado de leerte! 🙂